Inés Aparisi: "Mi abuela se desmayó en la cocina y estando todos contagiados tuvimos que recogerla"
- Laura Martínez De Los Santos
- 3 dic 2021
- 4 Min. de lectura

Inés Aparisi (22), estudiante de educación infantil y primaria, se contagió de Covid-19 a mediados de enero de 2021 junto a sus padres, su abuela y otros miembros de su familia. Aparentemente fue su padre el primero en infectarse, quien durante el fin de semana no se encontraba bien y tras la insistencia de ella, su madre y su hermano (con quien no convive), se realizó una prueba de antígenos el lunes siguiente, dando positivo. “Nos dieron el positivo [de su padre] y nos fuimos corriendo del trabajo a casa. Al día siguiente mi madre y yo fuimos a hacernos una prueba y dimos positivo”.
Los síntomas fueron dispares, pues cada uno manifestó algunos más intensamente que otros. “En los 10 días que estuvimos confinados yo tenía muchos mocos en el pecho y dolor de cabeza, pero no tuve fiebre, al contrario que mi madre, que fue como si tuviese un gripazo tremendo, con fiebre y malestar. En el caso de mi padre fue parecido a ella, pero a él le afectó sobre todo al cansancio. Ellos perdieron el apetito, no tenían ganas de comer nada y yo, sin embargo, no, tenía el mismo o incluso más. También, perdimos el olfato a los 5 días de estar confinados y tardó un poco en regresar”.
Durante lo que duró su confinamiento tuvieron varios sustos. “A mi padre le pasó que estaba viendo la tele y de repente fue como si hubiese perdido el conocimiento, se quedó completamente en blanco, como si de repente no pudiera respirar. Y mi madre llamándolo, diciéndole “contéstame, dime algo” y mi padre no contestaba. Alrededor de 10 segundos después recuperó la conciencia y mi padre no se había dado cuenta de lo que había pasado, pero al ver a mi madre tan asustada se preocupó, claro.”
Pero el mayor susto fue protagonizado por una de sus abuelas, que convive con ellos y es invidente. “La doctora vino a casa a hacerles la prueba a mis dos abuelas, pues vivimos todos en la misma casa, exceptuando una de mis abuelas, que vive en el piso de arriba, y en un principio ambas dieron negativo. Pero una semana después de todos dar positivo, mi abuela se desmayó en la cocina. Y claro, estábamos todos contagiados, pero se cae tu abuela en medio de la cocina no puedes no ir a cogerla. Tomamos todas las precauciones, mascarilla, guantes, todo, y empezamos a tomarle la tensión. En un principio lo tenía todo estable, pero tenía muchos mocos y tosía mucho y cuando tosía mucho se ahogaba.”
“Llamamos a una ambulancia, vinieron a casa y se fueron mi abuela y mi madre al hospital, aprovechando que casi habíamos cumplido los días de confinamiento. A mi abuela la entraron al hospital, vieron que tenía fiebre y se la llevaron para hacerle pruebas y a mi madre le dijeron que se fuera para casa. A las 2 de la mañana o así, de repente suena el teléfono. Nos llamaban para decirnos que ya le habían dado cama, que había dado positivo en covid y que tenía principios de neumonía. Por suerte el tratamiento con corticoides dio resultado y empezó a remontar desde el primer día.”
El caso de su abuela hizo reflexionar a Inés sobre la manera de actuar del virus: “Si a mi abuela, que la atendieron enseguida, se lo cogieron bien, se lo empezaron a tratar y respondió bien al tratamiento, estuvo quince días en el hospital, ¿cuánto tiempo se va a tirar ahí una persona que lo coge grave y lo coge mal?”. Y también apareció el sentimiento de culpa, porque al principio ellos estaban contagiados y su abuela no, y a pesar de todas las medidas que habían tomado no habían sido capaces de evitar que se contagiara: “Te quedas pensando siempre en “qué podría haber hecho para que no hubiera pasado esto, para que ella no se hubiera contagiado, en dónde me he equivocado, qué he hecho mal””.
Aún así, es consciente de que hicieron todo lo posible para evitarlo, pues las medidas que adoptaron fueron las óptimas para la situación en la que se encontraban. “Mi casa son dos pisos juntos, entonces le reservamos un piso exclusivamente para ella, en la parte más alejada de la casa. Tenía una habitación prácticamente independiente, con su salón y su baño. Lo único que teníamos que hacer era prepararle las comidas. Entonces, antes de ponerte a hacer la comida te recogías el pelo, te lavabas las manos, doble mascarilla, guantes. Le ponías la mesa, le servías su plato y luego ya sacabas la comida para nosotros a la mesa. Tomamos todas las precauciones posibles, pero al final era un poco lotería, porque estabas jugando a que le pasara algo, pero es que no puedes hacer otra cosa, porque es una persona que depende de ti.”
"La calma es lo más importante", aconseja a quienes estén pasando el Covid-19 de la misma manera que ella, "aunque sea poco a poco se nota mejoría. Los primeros días igual te encuentras super mal, pero poco a poco te das cuenta de que vas mejorando. No te agobies. Si te lo tomas con calma es como cualquier otra enfermedad, y esa actitud ayuda también a ponerte mejor. Mucho paracetamol, descansar y alimentarse bien, a poder ser también con bebidas calientes, que a veces entra mejor cuando no tienes hambre".
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